ENTRE EL ESFUERZO Y EL TALENTO
Los alumnos que más saben de química en el país son platenses
Cuatro chicos del Albert Thomas compitieron en el máximo nivel y dos ganaron el oro
22 de Noviembre de 2015 | 02:59
Medalla de oro en el máximo nivel olímpico de química. Otra dorada en el segundo nivel. Y cuatro alumnos en la final nacional, de los seis que representaron a la Ciudad.
Docentes y directivos del industrial Albert Thomas destilan orgullo a cada paso. No es para menos tras el notable desempeño de sus estudiantes en la final argentina de las Olimpíadas de Química, que se desarrolló el 24 de octubre y el 4 de noviembre entre la capital federal y Villa Giardino, Córdoba, y que duró nueve horas.
Dos hermanos mellizos que cursan 6º año, Ignacio y Juan Pablo Rivera, y dos alumnos de 7º, Catriel Ramos Wac y Lucas Rapagnani, todos compañeros y amigos, compitieron este año en el más alto nivel “frente a muchos chicos de capital que son entrenados por sus colegios (Nacional de Buenos Aires, Otto Krause) a lo largo de todo el ciclo lectivo”, contaron, y aclararon que “eso no ocurre acá, aunque nosotros vamos por voluntad propia a la facultad de Exactas a practicar con estudiantes avanzados que organizaron un programa de extensión”. Los resultados fueron brillantes.
EL Nº 1 DEL PAIS
Ignacio Rivera se colgó del cuello la medalla de oro tras competir en el “nivel 3 entrenado”, el más alto. Fue él y tres más. Literalmente.
“En esa categoría sólo hubo cuatro estudiantes de los 340 que participaron a nivel general, y encima, los otros tres tenían experiencia previa en torneos internacionales”, resaltaron los compañeros del campeón de campeones.
Su hermano Juan Pablo logró el oro en la segunda categoría, denominada “nivel 3 no entrenado”, en la que también compitieron Catriel y Lucas. En total, lo hicieron 26 adolescentes. “Entrenado y no entrenado no significa que unos se hayan preparado y otros no -aclaran-. Así es como diferencian los niveles”, añaden.
Y detallan que en total son seis: inicial, 1, 2, 2 bis, 3 no entrenado y 3 entrenado.
“En los dos niveles superiores se ven contenidos de 2º y 3º año de la universidad”, dice Catriel. “Es difícil asimilarlos bien, abordarlos en profundidad, debido al poco tiempo que hay”, apunta Ignacio, demostrando su humildad, pues fue el mejor entre los mejores.
Es que se nota que el interés de los chicos está más centrado en el conocimiento y en la experiencia que les brinda participar de estas pruebas.
Un docente contó a este diario que “los profesores de los colegios porteños alientan a los chicos antes de entrar a rendir como si salieran a una cancha a jugar una final del mundo; llama la atención”, confió. Pero los alumnos platenses, que ya han participado en otras competencias de este tipo, coinciden en que “son muy competitivos, nosotros lo tomamos como una instancia de aprendizaje”, realzan.
Y gran parte de ese aprendizaje lo tuvieron en las aulas de Exactas. Los chicos no dejan de nombrar a ningún “estudiante avanzado de la facultad” que los ayudó a comprender mejor los secretos de la química: Juan Allegretto, Nadir Jori, Jorge López, Alicia Cánepa y Laura Dittler.
“Se generó una excelente relación más allá de las clases. Nos juntábamos a comer pizza, jugar cartas, ver películas”, dicen, para resaltar que “si no te distraés un poco no podés llevar esto adelante”. Y en ese sentido comentaron también sus aficiones. Lucas y Catriel hacen natación, y Catriel, además, salvamento deportivo. Los mellizos juegan fútbol, pádel, ping pong en el colegio. Y salen seguido a bailar “todos juntos”.
ORO, EN AZUL Y BLANCO
El fútbol es una pasión para Ignacio y Juan Pablo Rivera. En particular, Gimnasia. A tal punto que Juan Pablo se presentó a la competencia con “la camiseta del Lobo”.
Por otro lado, destacaron que “muchos piensan que esto se trata de ser un bocho. No es así. Por más inteligente que seas, si no estudiás y no tenés mucha constancia no vas a ningún lado. Se requiere mucho conocimiento”, subrayan.
El año entrante, para dos de los chicos se viene la universidad. Son Lucas y Catriel, que ya se anotaron en la Licenciatura en Química. A los mellizos les queda hacer séptimo. Aunque Ignacio ya dice estar definido por Ingeniería Química, mientras que su hermano aún tiene dudas.